Sábado 6 - Terminal de omnibus - Retiro - 12.30
Retiro estaba electrizado; habían agarrado infraganti a un chorro y 10 policías lo corrían tratando de no resbalr en las curvas con la gorra y la reglamentaria agarradas con cada mano esquivando turistas emponchados hasta las orejas o de paraguas vistosos comprados de apuron en la feria de la Terminal del Mitre.
Llegar sin pasaje a la estación de micros más grande del país te revuelve una serie de contradicciones intensas. Por un lado, no puede ser que, yendo a Rosario, te quedes sin pasaje. Imposible. Si no es con una, es con otra, pero seguro seguro hay una empresa que te lleva a destino.
¿Seguro? ¡Es la primera vez que lo hago! Soy un desordenado quebradizo... Siempre hablando de que los quebradizos esto, los quebradizos lo otro... Me llego a quedar sin micro y me asesino a mí mismo sin piedad.
12.45
Escribo con pausa, la letra se entiende. Me han dicho que el micro de las 12.30 salió completo. Aguardo una hora hasta el próximo. Se me atrasa un poco el viaje. No importa. Me consuela dibujar los ruidos del locutor.
13.15
"Empresa El Rosarino anuncia su partida de la hora 13.30 con destino a Rosario por plataforma 34"
Es el mío.
14.30
Hace unos días, por un viaje a Córdoba, también quedé impresionado por el excesivo grupo de gente que viene y va, de acá para allá, en la monstruosa terminal. Cuando quiero contarlos, seguirlos, aprender de sus gestos, memorizarlos, quedo quedo un poco quedo. Podría llevar adelante un mini estudio de la gente que me cruzo y discurrir horas y horas sobre el origen y destino de mis semejantes.
A solas es aburrido.
Mejor escribir.
16.00
La selección de fútbol juega por las eliminatorias en la cancha de River contra Paraguay. En el micro, la radio al más alto volumen nos embarra y más de uno se contiende de hacer cuatro nudos a un pañuelito de tela sacado del bolsillo trasero del jean.
En el micro hay niños, mate y bizcochitos, un brasilero puto y pulcro (algo que nunca hubiera podido imaginar porque los hacía sucios a los brazuca) algunas chicas bien acompañadas y un montón de señoras hablando sin eses sobre sus nietos y nueras. Oigo historias enternecedoras y de a ratos tomo partido por algún que otro comentario del tipo "debería haber dicho cuánto ganaba; de esa manera su mujer hubiera estado al tanto de que estaba destinando tanta plata a la turra esa".
Totalmente de acuerdo.
Viajo al lado del chileno Ríos. No trajo alcohol así que prefiere dormir la siesta antes que demostrar que cada día le cuesta más largar el vicio. No ronca y es un alivio. Puedo escribir estas líneas sin que me vea. No soy cholulo pero tampoco quiero dejar pasar esta fabulosa casualidad.
Nos dan un sándwich de miga y dos galletitas de vainilla bañadas en coco. ¿Postre? Dejate de joder, la puta madre. Coche cama, precio ejecutivo ¿y me das esta damier para morfar, Rutamar del Orto?
Llegar sin pasaje a la estación de micros más grande del país te revuelve una serie de contradicciones intensas. Por un lado, no puede ser que, yendo a Rosario, te quedes sin pasaje. Imposible. Si no es con una, es con otra, pero seguro seguro hay una empresa que te lleva a destino.
¿Seguro? ¡Es la primera vez que lo hago! Soy un desordenado quebradizo... Siempre hablando de que los quebradizos esto, los quebradizos lo otro... Me llego a quedar sin micro y me asesino a mí mismo sin piedad.
12.45
Escribo con pausa, la letra se entiende. Me han dicho que el micro de las 12.30 salió completo. Aguardo una hora hasta el próximo. Se me atrasa un poco el viaje. No importa. Me consuela dibujar los ruidos del locutor.
13.15
"Empresa El Rosarino anuncia su partida de la hora 13.30 con destino a Rosario por plataforma 34"
Es el mío.
14.30
Hace unos días, por un viaje a Córdoba, también quedé impresionado por el excesivo grupo de gente que viene y va, de acá para allá, en la monstruosa terminal. Cuando quiero contarlos, seguirlos, aprender de sus gestos, memorizarlos, quedo quedo un poco quedo. Podría llevar adelante un mini estudio de la gente que me cruzo y discurrir horas y horas sobre el origen y destino de mis semejantes.
A solas es aburrido.
Mejor escribir.
16.00
La selección de fútbol juega por las eliminatorias en la cancha de River contra Paraguay. En el micro, la radio al más alto volumen nos embarra y más de uno se contiende de hacer cuatro nudos a un pañuelito de tela sacado del bolsillo trasero del jean.
En el micro hay niños, mate y bizcochitos, un brasilero puto y pulcro (algo que nunca hubiera podido imaginar porque los hacía sucios a los brazuca) algunas chicas bien acompañadas y un montón de señoras hablando sin eses sobre sus nietos y nueras. Oigo historias enternecedoras y de a ratos tomo partido por algún que otro comentario del tipo "debería haber dicho cuánto ganaba; de esa manera su mujer hubiera estado al tanto de que estaba destinando tanta plata a la turra esa".
Totalmente de acuerdo.
Viajo al lado del chileno Ríos. No trajo alcohol así que prefiere dormir la siesta antes que demostrar que cada día le cuesta más largar el vicio. No ronca y es un alivio. Puedo escribir estas líneas sin que me vea. No soy cholulo pero tampoco quiero dejar pasar esta fabulosa casualidad.
Nos dan un sándwich de miga y dos galletitas de vainilla bañadas en coco. ¿Postre? Dejate de joder, la puta madre. Coche cama, precio ejecutivo ¿y me das esta damier para morfar, Rutamar del Orto?